Su tardía pero no menos impresionante travesía académica desafía las convenciones sobre la edad y la educación, demostrando que nunca es demasiado tarde para perseguir los sueños.

A pesar de una vida ya llena de logros, Minnie no se contentó con dejar de lado sus objetivos académicos en la tercera edad. Graduada en periodismo y con una carrera que incluyó ser ama de casa e incluso profesora sustituta, Minnie decidió continuar su educación a los 60 años, inscribiéndose en la Universidad de Mujeres de Texas. A pesar de los desafíos, incluida la extinción del programa de periodismo que originalmente deseaba seguir, Minnie no se dejó disuadir. Con resiliencia y determinación, completó su licenciatura en 2006.

Sin embargo, Minnie no estaba satisfecha solo con un título de grado. Su búsqueda de conocimiento la llevó a buscar una maestría en estudios interdisciplinarios en la Universidad de North Texas. Este camino no fue fácil, especialmente enfrentando los desafíos impuestos por la pandemia. Con la transición a la enseñanza en línea y, posteriormente, a reuniones presenciales, Minnie enfrentó dificultades, pero su determinación inquebrantable la mantuvo enfocada en su objetivo.

"Cuando una persona comienza a mejorar y a mezclarse con otras personas que también están tratando de mejorar, es un incentivo para que avance hacia metas más elevadas", compartió Minnie, destacando la importancia del apoyo de sus compañeros durante su travesía académica.

A pesar de las dificultades, Minnie enfrentó cada desafío con valentía y dedicación. "Quería hacerlo bien, pasé muchas noches enteras y pasé mucho tiempo estudiando. La parte de escribir fue la más agradable", reveló.

En el día de la graduación, Minnie tuvo un momento emotivo al subir al escenario para recibir su diploma, acompañada por su nieto de 23 años, simbolizando la unión de las generaciones y el apoyo familiar que la impulsó a lo largo de su viaje.

Pero Minnie no planea detenerse ahí. Determinada a seguir contribuyendo y marcando la diferencia, compartió: "He logrado mucho, pero siento que todavía tengo mucha vida por delante. Quiero trabajar hasta el último minuto porque si no estoy haciendo algo que valga la pena, si no estoy haciendo algo para ayudar a alguien, no soy una persona feliz".

La historia de Minnie Payne es un recordatorio poderoso de que nunca es demasiado tarde para buscar conocimiento, perseguir los sueños y marcar la diferencia, independientemente de la edad. Su determinación y coraje inspiran a personas de todo el mundo a seguir sus propios caminos, sin importar los obstáculos que puedan encontrar.